Contar con un especialista en degeneración macular es fundamental cuando empiezan a aparecer pequeños cambios en la visión que pueden pasar desapercibidos. Identificar qué está ocurriendo y acudir a profesionales con experiencia puede marcar la diferencia en la evolución de esta enfermedad.
En la Clínica Ortuño trabajamos con tecnología de imagen avanzada y protocolos actualizados que permiten evaluar de forma precisa cada caso.
La degeneración macular no es igual para todos los pacientes, por lo que conocer su origen, su ritmo de progresión y los tratamientos disponibles es el primer paso para mantener la mayor calidad visual posible.
Sigue leyendo para comprender qué síntomas deben alertarte y cómo abordar esta patología desde un enfoque especializado y cercano.
Tabla de contenidos
¿Qué es la degeneración macular?
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una alteración progresiva de la mácula, la zona central de la retina responsable de la visión fina, que afecta principalmente a personas mayores de 55 años.
Según datos de instituciones como el National Eye Institute (NIH) y la Sociedad Española de Oftalmología, se considera una de las causas más frecuentes de pérdida visual en edades avanzadas.
Existen dos formas principales:
- DMAE seca (atrófica): representa aproximadamente el 85–90% de los casos y progresa de manera gradual.
- DMAE húmeda (exudativa): supone cerca del 10–15% restante, pero es la responsable de la mayor parte de las pérdidas visuales severas debido al crecimiento anómalo de vasos sanguíneos debajo de la retina.
Conocer estas diferencias permite orientar el diagnóstico y adaptar los tratamientos actuales con mejores resultados.
Síntomas y señales de alarma: cuándo acudir a un especialista en degeneración macular
Detectar los signos iniciales puede ayudar a mantener mejor la función visual. Muchas veces los síntomas comienzan de forma leve, pero su evolución exige actuar pronto y con un seguimiento continuo.
Cambios visuales tempranos
Los primeros cambios suelen ser discretos, pero conviene prestar atención a señales que pueden indicar el inicio de una alteración macular:
- Líneas rectas que se ven onduladas o deformadas.
- Manchas borrosas en el centro del campo visual.
- Dificultad creciente para leer o ver detalles.
- Percepción reducida del contraste o colores apagados.
- Sensación de necesitar más luz para tareas cotidianas.
Reconocer estas señales y acudir a revisión especializada permite actuar antes de que la enfermedad avance y afecte en mayor medida la autonomía visual.
¿Cómo diferenciar síntomas de DMAE seca y húmeda?

La DMAE seca suele evolucionar lentamente, mostrando borrosidad leve o un descenso progresivo de la nitidez. En cambio, la DMAE húmeda puede avanzar en semanas o incluso días, con distorsión notable, líneas onduladas y aparición súbita de una mancha central oscura.
Ante cualquier cambio repentino, la recomendación es acudir de forma inmediata al especalista para evitar un deterioro rápido.
Importancia del diagnóstico precoz
La evidencia científica muestra que cuanto antes se detecta la DMAE, mejores son los resultados visuales a largo plazo. En la forma húmeda, iniciar el tratamiento anti-VEGF en etapas tempranas aumenta la probabilidad de mantener la visión funcional.
Por ello, los especialistas recomiendan revisiones periódicas a partir de los 55 años o antes si existe antecedente familiar.
Diagnóstico de la degeneración macular: cómo lo evaluamos en consulta
Un diagnóstico completo permite conocer en qué etapa se encuentra la enfermedad y cuál es el tratamiento más adecuado. En nuestra consulta realizamos pruebas específicas diseñadas para analizar la salud de la mácula desde diferentes perspectivas:
- Tomografía de Coherencia Óptica (OCT): permite obtener imágenes detalladas de las capas de la retina para detectar drusas, líquido o atrofia.
- Angiografía fluoresceínica: muy útil para identificar vasos sanguíneos anómalos en la DMAE húmeda.
- OCT-Angiografía: ofrece un estudio de la circulación retiniana sin necesidad de contraste.
- Retinografía: registra imágenes en alta resolución de la mácula.
- Rejilla de Amsler: empleada tanto en consulta como en seguimiento domiciliario para detectar variaciones visuales.
Con esta combinación de pruebas conseguimos valorar la evolución real del paciente y adaptar cada decisión terapéutica con precisión.
Tratamientos actuales para la degeneración macular
Los avances en oftalmología han permitido frenar de forma significativa la progresión de la degeneración macular, especialmente en su variante húmeda. Cada tratamiento se adapta al tipo de DMAE y al estadio en el que se encuentre el paciente.
Tratamiento de la DMAE seca: estrategias y control evolutivo
En la DMAE seca no existe un tratamiento que revierta la enfermedad, pero sí una serie de medidas que ayudan a ralentizar su avance y mantener la visión funcional:
- Suplementación AREDS2 en los casos indicados.
- Control de factores de riesgo como tabaquismo, hipertensión o colesterol.
- Alimentación rica en luteína, zeaxantina y antioxidantes.
- Seguimiento periódico con OCT para valorar cambios evolutivos.
- Uso de ayudas visuales en casos avanzados para mejorar el rendimiento diario.
Estas medidas permiten mantener una evolución más estable y detectar a tiempo cualquier transición hacia etapas más severas.
Tratamiento de la DMAE húmeda: anti-VEGF y terapias combinadas
Los anti-VEGF constituyen la base del tratamiento actual. Medicamentos como aflibercept, ranibizumab o brolucizumab actúan bloqueando la formación de vasos anómalos y reduciendo la inflamación.
Se aplican mediante inyecciones intravítreas y, según estudios clínicos, permiten mejorar o estabilizar la visión en la mayoría de los pacientes.
En casos seleccionados también pueden emplearse técnicas complementarias como la terapia fotodinámica o la fotocoagulación selectiva, siempre bajo criterio del especialista.
Vitaminas y suplementación AREDS: para qué sirven y cuándo están indicadas
Los ensayos AREDS y AREDS2 demostraron que una combinación de antioxidantes, zinc y carotenoides puede reducir la progresión hacia formas avanzadas en pacientes con DMAE intermedia o DMAE avanzada en un solo ojo.
No se recomiendan en fases iniciales ni como prevención general en personas sin signos de enfermedad. Las fórmulas AREDS2 eliminan el betacaroteno, lo que las hace más seguras para personas fumadoras o exfumadoras.
¿Cómo frenar la degeneración macular?: hábitos, control y seguimiento
El estilo de vida juega un papel importante en la evolución de la enfermedad. Adoptar determinadas medidas puede favorecer una retina más protegida:
- Evitar el tabaco, considerado uno de los principales factores asociados a la progresión.
- Mantener una dieta mediterránea rica en vegetales verdes y pescado azul.
- Utilizar gafas con filtros adecuados para proteger del sol.
- Controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.
- Realizar las revisiones indicadas y usar la rejilla de Amsler en casa.
Estas pautas ayudan a mantener una evolución más estable y se integran en el plan de seguimiento personalizado de cada paciente.
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